10%… Eso es la proporción de mujeres entre los desarrolladores de software en América Latina. Mientras que se calcula que se necesitarán más de 1,2 millones de desarrolladores en la región para 2025 ¿qué esperamos para empoderar a más mujeres en tecnología?
La tecnología, ¿un mundo de hombres?
Una cosa es cierta, el estereotipo del “geek” es bastante universal: un hombre tímido, con intereses alejados del «mundo real». Además de ser injusto y simplista, este cliché podría ser la origen de muchas vocaciones perdidas.
De hecho, las niñas sufren un doble sesgo de orientación desde la escuela primaria. Poco esperadas en el campo científico, se ven naturalmente menos «empujadas» por sus familias y profesores hacia las ciencias “duras”. Por otra parte, les cuesta identificarse con el estereotipo del «ingeniero» que se les presenta constantemente, y se sienten así menos atraídas por esta profesión. Este doble sesgo resulta en una autocensura de las mujeres en sus propias elecciones profesionales.
¿Y si abordamos los estereotipos desde la escuela para equilibrar los juegos?
Mujeres pioneras en TI
¡Para inspirar a las mujeres, hablemos de mujeres! ¿Quién sabe que el primer desarrollador de la humanidad fue una mujer? En 1842, Ada Lovelace desarrolló el primer algoritmo de programación de la historia en la máquina analítica de Charles Babbage. Y sin embargo, no tenía pene ni lentes rectangulares.
Cien años luego, en plena Segunda Guerra Mundial, otra mujer resultó ser la inventora de un sistema de codificación de transmisiones. ¿No te suena? Sin embargo, esta tecnología todavía se usa como base para el funcionamiento de la telefonía móvil…. y del WiFI!
Su inventora, Hedy Lamarr, fue también una estrella de cine en aquella época, con una reputación sulfurosa (sobre todo por haber actuado uno de los primeros orgasmos mostrados en la pantalla, lo que llevó a la película a ser condenada por el Papa Pío XII…).
Esto demuestra (por si era necesario) que una feminidad asumida no es incompatible con la expresión de un genio científico.
Entonces ¿a qué estamos esperando para seguir el ejemplo?
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Si quieres capacitarte en desarrollo de software, existen organizaciones como Laboratoria especialmente dedicadas a empoderar mujeres en esta industria.