“Generar electricidad al andar” es fue la premisa de las alumnas de la carrera de ingeniería ambiental de la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Biotecnología (UPIBI), del Instituto Politécnico Nacional (IPN), que desarrollaron un prototipo funcional de placa piezoeléctrica que permite generar electricidad a través de las pisadas de las personas mientras caminan.
Este dispositivo se asemeja a una loseta ya que cuenta con medidas de 30 por 30 centímetros y que tiene la posibilidad de ser instalado al aire libre o en espacios cerrados, pensado en aplicarse a las calles de la Ciudad de México o espacios como el Sistema de Transporte Colectivo Metro.
La finalidad de esto es generar electricidad para que alimente los sistemas de iluminación, aprovechando el flujo constante de la gente que transita por esos espacios. El objetivo es hacer un ahorro en el consumo energético y un impacto positivo directo al medio ambiente.
Los sitios de instalación que se proponen son el Corredor Madero, el Centro Histórico de la Ciudad de México por las 250 mil personas aproximadamente que transitan diariamente. Además, las alumnas realizaron un estudio estadístico que arrojó que esta electricidad que las personas generarán al caminar significaría la disminución de 10 mil 483 toneladas anuales en la emisión de dióxido de carbono (CO2) al medio ambiente.
“Sabíamos de la existencia de la tecnología y se nos ocurrió aprovecharla de este modo mientras caminábamos por la escuela. Al documentarnos, encontramos que el proyecto es innovador porque no existe una aplicación similar en México”
-Selene Guadalupe Gálvez, alumna desarrolladora del prototipo
El equipo detrás del diseño de este proyecto son las alumnas: Sandra Marcela Rojas Gutiérrez, Selene Guadalupe Gálvez Salazar y Viviana Molina Arreola, quienes desarrollaron la idea para el taller de energías alternas y que con ayuda del maestro Saúl Hernández Islas, jefe de la carrera de ingeniería ambiental, y el ingeniero Engelbert Eduardo Linares González, jefe de carrera de ingeniería biomédica lo llevaron hasta la etapa de prototipado.
El proceso que siguió este proyecto de acuerdo a lo que dijeron los desarrolladores en una entrevista con la Agencia Informativa Conacyt fue:
- Desarrollar el arreglo de los elementos piezoeléctricos
- Caracterizarlos para determinar el voltaje o diferencia de potencial que generan a raíz de la pisada del peatón
- Determinar la cantidad de unidades piezoeléctricas (60)
- Determinar el arreglo que llevaría el interior de la placa, en este caso se determinó un arreglo serie paralelo.
Bajo esos lineamientos se concreto la configuración de apilamiento modo 33, que tiene que ver con la presión estimada por la pisada para generar la energía adecuada con ella.
En la investigación, el equipo encontró que se necesitan 124.8 kilowatts por día para abastecer el sistema de luminarias de la calle Madero y que si se instalan 16 mil 624 placas de 60 por 60 centímetros —para abarcar todo el corredor— generaría 57 mil 452 kilowatts al día, es decir, habría un excedente de más de 90 por ciento que podría ser utilizado para otras edificaciones del gobierno capitalino.
En términos económicos, se estimó que, para implementar el proyecto en el Corredor Madero, es necesaria una inversión cercana a los 60 millones de pesos, con la ventaja de que esta cantidad se recupere durante el primer año con el ahorro de energía.
El maestro Saúl Hernández Islas señaló que el proyecto ya fue presentado al licenciado Martín Gutiérrez Lacayo, coordinador ejecutivo de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (Came); sin embargo, aún no hay nada concreto para seguir perfeccionando el prototipo e implementarlo en el corredor Madero como se propuso.
