El científico británico Tim Berners-Lee creó en marzo de 1989 la World Wide Web (www). Esta creación que causó alto impacto nació de un concepto aparentemente obvio, pero que todos necesitaban: para ahorrar tiempo y trabajo, es necesario intercambiar la información de forma rápida, fácil y organizada.
Una problemática que surgió en los años de trabajar en los laboratorios CERN de Suiza, lo inspiró. Al perder demasiado tiempo buscando datos y conclusiones de experimentos anteriores y empezar con registros desde el primer número, se volvió una rutina frustrante y agotadora, la cual tenía que resolver pronto.
Aunque el Internet ya funcionaba, aún no había cómo hacer que la información circulara entre las máquinas conectadas sin importar su ubicación, por ello Berners-Lee imaginó una manera de hacer la información en internet más accesible y universal. Su jefe de entonces calificó la propuesta de “vaga pero emocionante” y le dio autorización para desarrollarla e implementarla en la empresa.
La creación se trataba de un sistema de distribución basado en el hipertexto, un concepto que ya existía hacía décadas –y que se refiere a documentos en los que algunos términos están vinculados dinámicamente a otros documentos–, pero que hasta entonces solo conectaba textos en un mismo computador. La genialidad de Berners-Lee fue utilizar el Internet para darle universalidad al hipertexto. Después de un par de años, cuando se creó el router, esto permitió conectar dos o más computadoras a distancia y hacer funcionar el terreno.
Consideré varios nombres para bautizar la idea, entre ellos Mine of Information y The Information Mine pero la primera abreviatura (Moi) me pareció un poco egoísta y la segunda (TIM), mucho más egocéntrica. Por ello me decidí por World Wide Web. – Científico británico Tim Berners-Lee
La World Wide Web está amenazada
Tim Berners-Lee, lanzó una alerta que abarcaba la necesidad de equilibrar los intereses del sector tecnológico con la defensa de los usuarios, así como incentivar el acceso a internet.
Este año en la celebración de los 29 años de la creación de la World Wide Web, Berners-Lee, lanzó un manifiesto que lleva por título La web está bajo amenaza. En este documento destaca que el futuro de la red no afecta solo a los que ya están conectados, sino a los que aún no tienen acceso a Internet. Menciona que la poderosa economía digital exige estándares sólidos que equilibren los intereses de las empresas y los ciudadanos online. Esto implica pensar cómo se alinean los incentivos del sector tecnológico con los de los usuarios y la sociedad en general.
El científico expresa la preocupación ante la concentración del poder en pocas plataformas dominantes de empresas, situación que ha provocado la difusión de teorías de la conspiración en las redes sociales, falsas cuentas de Twitter y Facebook que alimentan tensiones sociales, la injerencia de terceros en las elecciones o el robo de datos personales, formas que sin duda condenan el progreso y los valores fundamentales en la sociedad.
Ante este panorama Berners-Lee, invita a los lectores a reflexionar sobre dos cuestiones que marcarán Internet en los próximos años. «¿Cómo conectamos a la otra mitad del mundo? ¿Estamos seguros de que el resto del mundo quiere conectarse a la web que tenemos en la actualidad?»