COP28: Urge un acuerdo para la eliminación de los combustibles fósiles

El Secretario General de la ONU, António Guterres, habla con la prensa en Expo City, sede de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP28, en Dubái (Emiratos Árabes Unidos).

UNFCCC/Kiara Worth

En la recta final de las negociaciones de la COP 28 en Dubai, el titular de la ONU insta a llegar a un acuerdo sobre la eliminación progresiva de los combustibles fósiles y recuerda a los mediadores que «ahora es el momento de mostrar una ambición y flexibilidad máximas”.

El Secretario General de las Naciones Unidas lanzó un mensaje claro a los mediadores gubernamentales en la víspera del cierre de la COP28, celebrada en Dubai: «Debemos concluir la conferencia con un resultado ambicioso que demuestre una acción decisiva y un plan fiable para mantener vivo el objetivo de 1,5 grados [de aumento de las temperaturas para fin de siglo], protegiendo a quienes están en primera línea de la crisis climática», subrayó António Guterres. 

El reloj sigue corriendo

Los mediadores están inmersos en intensas negociaciones para llegar a un acuerdo sobre puntos clave de la agenda, como el futuro del uso de combustibles fósiles, el aumento de las energías renovables, la creación de resiliencia al cambio climático y la garantía de ayuda financiera para los países vulnerables.

En declaraciones a la prensa, Guterres advirtió de la carrera contrarreloj de la humanidad, recordando que nuestro planeta se encuentra «a minutos de la medianoche» del límite de 1,5 grados, uno de los objetivos clave del Acuerdo de París de 2015. «Y el reloj sigue corriendo», acotó.

Sin embargo, todavía hay una «brecha que hay que sortear”, apuntó el Secretario General.

En este contexto, señaló que «ahora es el momento de mostrar una ambición y flexibilidad máximas. Los ministros y mediadores deben ir más allá de las líneas rojas arbitrarias, las posiciones atrincheradas y las tácticas de bloqueo«, afirmó.

Tras instar a los países a «negociar a toda máquina, de buena fe y estar a la altura del desafío», también advirtió que ningún compromiso para encontrar soluciones debe producirse a costa de «forzar la ciencia o la necesidad de una mayor ambición».

Subrayó que en un «mundo fracturado y dividido, la COP28 puede demostrar que el multilateralismo sigue siendo nuestra mejor esperanza para afrontar los retos mundiales»

Cuán alta es nuestra ambición

En declaraciones a la prensa poco antes de la comparecencia António Guterres, Simon Stiell, responsable de la ONU para el clima, afirmó que las negociaciones sobre un documento final tienen la oportunidad de iniciar un nuevo capítulo que beneficie a las personas y al planeta.

Stiell subrayó la importancia de la financiación como «la base para ampliar la acción climática en todos los frentes» y dijo que las negociaciones se pueden resumir en dos cuestiones:

  1. Cuán alta es nuestra ambición en materia de mitigación
  2. ¿Existe la disposición de respaldar esta transición con los medios de apoyo adecuados para llevarla a cabo?

Stiell indicó que los niveles más altos de ambición son posibles los dos casos, «pero si reducimos el nivel en uno, reducimos nuestra capacidad de conseguir cualquiera de los dos».

Para alcanzar un acuerdo significativo, deben eliminarse los numerosos «bloqueos tácticos innecesarios» que se han visto a lo largo de la COP28, y debe rechazarse el «incremento complaciente», agregó.

Recordó a los mediadores que el mundo está observando y «no hay dónde esconderse».

«Una cosa es segura: ‘yo gano, tú pierdes’ es una receta para el fracaso colectivo. En última instancia, lo que está en juego es la seguridad de 8000 millones de personas», puntualizó Stiell.

El momento de decidir es ahora

En la primera reunión formal de la sesión plenaria de clausura, el presidente de la COP28, Sultan Al Jaber, afirmó que el tiempo para debatir un documento final está llegando a su fin: «Tenemos un texto, tenemos que ponernos de acuerdo sobre el texto… no hay tiempo para vacilaciones. El momento de decidir es ahora».

El principal mediador de los Emiratos Árabes sobre el clima aseveró que el resultado de la COP28 debe respetar la ciencia y mantener el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 grados. 

Añadió que la flexibilidad de los delegados quedó patente en la histórica puesta en marcha del fondo para pérdidas y daños el primer día de la conferencia sobre el clima, y que ahora tienen la oportunidad de «volver a hacer historia» y enviar una señal al mundo de que el multilateralismo de hecho funciona.

Al Jaber afirmó que se necesita aún más flexibilidad a medida que se acerca la clausura de la COP28, instando a que “sean lo más ambiciosos posible en todos los temas, incluido el lenguaje de los combustibles fósiles«.

UNFCCC/Kiara Worth

El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres (derecha), y Simon Stiell, secretario ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (izquierda), hablan durante el penúltimo día de la COP28.

Balance mundial

Tras la histórica COP de París, la COP de Dubái ha sido la primera ocasión en donde una cumbre de la ONU sobre el clima evalúa los avances hacia la consecución de los objetivos acordados en 2015.

El Balance mundial aún se está llevando a cabo y podría allanar el camino para los planes nacionales de acción climática, o las contribuciones determinadas a nivel nacional que los países deben presentar en 2025.

Guterres ha pedido a los países que redoblen sus esfuerzos para garantizar la máxima ambición en dos frentes: la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y la justicia climática.

El lunes subrayó que el Balance mundial debe reconocer la «necesidad de eliminar progresivamente todos los combustibles fósiles en un plazo coherente con el límite de 1,5 grados, y de acelerar una transición energética justa, equitativa y ordenada para todos».

Transformación energética

En su encuentro con la prensa en Expo City, el Secretario General se centró en los puntos de acción clave esenciales para aumentar la ambición y acelerar la acción climática en el frente de la transición energética:

  1.  Triplicar la capacidad de energía renovable, duplicar la eficiencia energética y eliminar progresivamente los combustibles fósiles
  2. Apoyo, formación y protección social para quienes puedan verse afectados negativamente
  3. Consideración de las necesidades de los países en desarrollo dependientes de la producción de combustibles fósiles.

Afirmó que «los plazos y objetivos podrían ser diferentes para países con distintos niveles de desarrollo», pero deben estar en consonancia con «alcanzar el objetivo mundial de cero emisiones netas para 2050 y preservar el objetivo de 1,5 grados»

Justicia climática

Guterres recordó que la COP28 comenzó con dos pasos alentadores: un acuerdo para poner en funcionamiento el Fondo de Pérdidas y Daños para ayudar a los países vulnerables a hacer frente a los impactos del cambio climático, y el reaprovisionamiento del Fondo Verde para el Clima.

«Es un comienzo, pero se necesita mucho más», puntualizó. 

Dados los retos que tienen por delante los países en desarrollo, agobiados por la deuda, el responsable de la ONU presionó para que «se cumplan todos los compromisos adquiridos por los países desarrollados en materia de financiación y adaptación» y, además, adelantó que «se necesitará mucha más ambición en materia de adaptación».

«La COP28 debe enviar señales claras de que los gobiernos han comprendido la magnitud del reto de la adaptación, y que es una prioridad no sólo para los países en desarrollo, sino para todo el mundo», añadió.

Nuevo marco de adaptación

Guterres acogió con satisfacción el «consenso emergente para un nuevo marco de adaptación», pero advirtió que un «marco sin los medios de aplicación es como un coche sin ruedas».

«La duplicación del financiamiento para la adaptación a 40.000 millones de dólares para 2025 debe ser un paso inicial para asignar al menos la mitad de todo el financiamiento climático a la adaptación», precisó el Secretario General.

De cara al futuro, identificó los próximos dos años como vitales para establecer un nuevo objetivo mundial de financiamiento climático más allá de 2025, y para que los gobiernos preparen nuevos planes nacionales de acción climática, plenamente alineados con el límite de 1,5 grados.

«No podemos seguir dando vueltas. Se nos ha acabado el camino y, casi, el tiempo», recalcó, conminando a los mediadores a estar a la altura de la magnitud y la urgencia del desafío climático.

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