En un acontecimiento histórico para el sector financiero y ambiental de México, se han puesto en circulación más de un millón de créditos de naturaleza —también conocidos como bonos verdes— con un valor total de 20 millones de dólares, posicionando a México a la vanguardia de un mercado que apenas comienza a tomar forma en Europa.
Durante el foro internacional NAT5 Live, el primer marketplace global especializado en estos instrumentos, se introdujeron tres nuevos tipos de créditos financieros enfocados en agua, suelo y biodiversidad, derivados de 30 proyectos sostenibles distribuidos por todo el país. Estos créditos, certificados por NAT5 Nature Positive bajo el estándar aOCP (Ases On-Chain Protocol), ofrecen solidez científica y total trazabilidad digital gracias a la tecnología blockchain.
¿Por qué importan los créditos de naturaleza positiva?
El desafío es enorme: por cada dólar invertido en conservar o regenerar la naturaleza, actualmente se destinan otros 35 dólares a actividades que la destruyen. Todo esto, a pesar de que más de la mitad del PIB mundial depende de los servicios que brinda la naturaleza.
De acuerdo con el Foro Económico Mundial y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el mundo invierte cada año más de 7 billones de dólares en actividades que degradan el ambiente, mientras que menos de 200 mil millones de dólares se dedican a su conservación o restauración. Este desequilibrio genera impactos alarmantes tanto ecológica como económicamente.
Los créditos de naturaleza positiva surgen como una nueva herramienta financiera que permite compensar y reducir emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Empresas, gobiernos e inversionistas pueden destinar capital a proyectos que apoyan la restauración y conservación de ecosistemas, obteniendo a cambio activos financieros reconocidos y trazables.
Guillermo Hinojos Mendoza, fundador de NAT5 y CEO de ASES Ecological and Sustainable Services, destacó que “lo que antes se consideraba filantropía, ahora es un activo económico con valor contable y con la capacidad de generar retorno de inversión”. Cada crédito representa una unidad de naturaleza positiva, que integra beneficios de biodiversidad, carbono, agua y suelo, respaldada por sistemas avanzados de Monitoreo, Reporte y Verificación (MRV) con imágenes satelitales y auditorías de campo.
Ejemplos de proyectos certificados en México
- Bosques de pino-encino en Durango: refugio de especies clave como el jaguar y el guacamayo verde, que contribuyen a evitar emisiones de carbono y proteger cuencas.
- Paisajes agroforestales en Chihuahua y Oaxaca: restauran suelos y capturan carbono, fortaleciendo la producción rural y el desarrollo local.
- Humedales costeros en la península de Yucatán: fundamentales para proteger la costa de huracanes y resguardar la biodiversidad marina.