Todo comienza en la Cumbre del Desarrollo Sostenible, en Nueva York, donde más de 150 líderes mundiales se reúnen con el fin de aprobar la Agenda para el Desarrollo Sostenible.
El documento final, titulado “Transformar Nuestro Mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, fue adoptado por los 193 Estados Miembros de las Naciones Unidas.
Dicho documento incluye los 17 Objetivos Universales, que desde el 1º de enero de 2016 tienen el objetivo de poner fin a la pobreza, luchar contra la desigualdad y la injusticia, y hacer frente al cambio climático sin que nadie quede rezagado para el 2030.
Esta implementación de desarrollo brinda la oportunidad para el Sistema de las Naciones Unidas, a nivel mundial y en México, de focalizar nuestra cooperación y programación como ciudadanos, de seguir abogando y promoviendo el tema de inclusión y equidad en un marco de derechos, además de construir más ciudadanía para todos los habitantes en este país.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son herederos de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y buscan ampliar los éxitos alcanzados con ellos, así como lograr aquellas metas que no fueron conseguidas.
Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible
Después de 8 rondas de negociaciones intergubernamentales, con una variedad de actores contribuyendo de manera activa en la toma de decisiones, se logra lanzar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Estos, reemplazan los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) a partir del 2016 y se convertirán en la guía y el trabajo de Naciones Unidas por los próximos 15 años.
La Agenda 2030 es encargada de la civilización en todo aspecto, porque pone a las personas en el centro, tiene un enfoque de derechos y busca un desarrollo sostenible global dentro de los limites globales.Se dice ser universal ya que busca una nueva alianza, donde todos los países se muestren realmente interesados e involucrados por igual. Es indivisible, ya que integra los tres pilares del desarrollo sostenible (económico, social y medioambiental), presentando así una visión holística del desarrollo.
El fin de la pobreza y la reducción de desigualdades, son temas centrales en la nueva agenda, y prioridades para América Latina y el Caribe, pues lamentablemente son lugares que muestran índices altos ante este tipo de afectaciones sociales.
Los nuevos objetivos tienen la cualidad de unir a todos los países, ya sean ricos, pobres o de ingresos medianos, el propósito es adoptar medidas para promover la prosperidad al mismo tiempo de proteger a nuestro planeta tierra.
“La transición hacia unas sociedades más sostenibles y resilientes también precisa de un enfoque integral que reconozca que esos desafíos y sus soluciones están interrelacionados” – Liu Zhenmin,Secretario General adjunto de la ONU para Asuntos Económicos y Sociales.
Reconocer que las iniciativas para acabar con la pobreza, deben ir de la mano de estrategias que favorezcan el crecimiento económico y aborden una serie de necesidades sociales. Por ejemplo la educación, la salud, la protección social y las oportunidades de empleo, al mismo tiempo que se encuentran luchando contra el cambio climático y promueven la protección del medio ambiente.
A pesar de que los ODS no son jurídicamente obligatorios, se pretende que los gobiernos los adopten como propios y establezcan marcos nacionales para su logro.
Todos los países tienen la responsabilidad primordial del seguimiento y examen de los progresos conseguidos en el cumplimiento de los objetivos, por lo que es necesario recopilar datos fiables, accesibles y oportunos.
Las actividades regionales de seguimiento y examen se basarán en análisis llevados a cabo a nivel nacional y contribuirán al seguimiento y examen a nivel mundial.