McKinsey & Company, Inc., consultora estratégica global enfocada en resolver problemas concernientes a la administración estratégica, asegura que existe una evidente falta de participación por parte de las mujeres en organismos cúpula. En México, tanto en instancias gubernamentales como el senado, como en el sector privado, la mayoría de representantes son del sexo masculino.
McKinsey se caracteriza por prestar sus servicios a grandes empresas de negocios en todo el mundo, gobiernos e instituciones. Para este año, realizó un estudio sobre la equidad de género en materia laboral, dada la evidente inequidad que existe hoy en día.
No obstante, existen excepciones. Por ejemplo, el gabinete está conformado por ocho mujeres y ocho hombres, y en el congreso existe prácticamente paridad de género; además, muchas comisiones de la iniciativa privada, como las de salud, hacienda, medio ambiente, ciencia y tecnología, seguridad social y desarrollo y bienestar social, son presididas por mujeres.
Sin embargo, el porcentaje de mujeres que laboran en el sector privado en América Latina se encuentra por debajo del promedio. En el sector automotriz hay una considerable participaciones de mujeres, lo que contrasta con el sector bancario, donde es casi nula la presencia de mujeres.
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Esta problemática existe, aunque en menor medida, también en países de primer mundo como Estados Unidos, donde la consultora McKinsey realizó un reporte sobre la participación de las mujeres en el mercado laboral, el cual arrojó resultado preocupantes: hasta el 2018, no ha mejorado la representación femenina en posiciones de liderazgo desde 2015.
Aunado a esto y, tal vez, como causa y consecuencia, las mujeres, según la consultora, sufren acoso sexual, discriminación constante, falta de apoyo de sus superiores y, con frecuencia, sentimiento de soledad en un ambiente casi exclusivo de hombres.
A fin de combatir tales faltas, el estudio de McKinsey formuló una serie de recomendaciones a seguir por las empresas:
- Comprometerse con objetivos concretos de equidad, medir los avances y tener a responsables bien definidos que den seguimiento y hagan cumplir metas.
- Aplicar las políticas de contratación y promoción equitativas y justas.
- Convertir a los ejecutivos de más alto nivel en paladines de la diversidad.
- Promover culturas de respeto e inclusión.
- Hacer muy excepcional la experiencia de ser la única mujer en el grupo.
- Ofrecer flexibilidad que permita que el trabajo encaje en la vida de las colaboradoras.
Con estas consideraciones se pretende que incremente la flexibilidad en las actividades de comités y reuniones de los organismos para fomentar la participación femenina y eliminar barreras de entrada a las mujeres.
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