En todo el mundo, cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional para la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, decretado oficialmente por Naciones Unidas en 1999; sin embargo, en Latinoamérica esta fecha se conmemora desde varios años atrás, en 1981.
Actualmente este movimiento se celebra no sólo cada 25 de noviembre, sino cada 25 de mes y forma parte de una gran campaña bautizada como Campaña Naranja o Día Naranja, para visibilizar la violencia que sufren las mujeres alrededor del planeta , la cual fue puesta en marcha en 2008 por el Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas con el fin de generar consciencia para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres y niñas.
Una de cada tres mujeres ha sufrido violencia física o sexual
En el mundo, al menos una de cada tres mujeres ha sufrido violencia física o sexual, principalmente por parte de su pareja (ONU Mujeres 2015), y en México, de acuerdo a la ENDIREH* , el 47% de las mujeres ha sido víctima de violencia por parte de su pareja y una de cada 5 mujeres ha sido víctima de violencia en el ámbito laboral. En el año 2015 se registraron en promedio 6.2 asesinatos de mujeres al día.
La violencia en México va en aumento: de enero a diciembre de 2017 se registraron 671 feminicidios, lo que significó un aumento de 72% respecto a 2015 -con 389 casos–, pero hubo 2,585 asesinatos de mujeres que fueron investigados sólo como homicidios. Según cifras oficiales
De la misma manera, la violencia laboral se ejerce con mayor frecuencia hacia las mujeres que a los hombres, y ellas soportan presiones, comentarios mal intencionados o culpas, tratando de romper el techo de cristal que impide su crecimiento en el trabajo, señaló Yazmín Ramírez Martínez, Coordinadora de Psicología de la Universidad del Valle de México (UVM).
La docente afirmó que la violencia laboral incluye cuestionamientos que ponen en duda el talento de las mujeres y lo atribuyen a causas ilegítimas como “artimañas femeninas” o relaciones amorosas o sexuales con su jefe, sobre todo si la empleada recibe un “ascenso repentino”, entre comillas.
Patricia Olamendi, quien además se desempeñó como presidenta de la asociación civil ‘Pro Mujeres’, consideró que en todo el país se debe activar la denominada Alerta de Género ya que no dejan de contabilizarse casos de mujeres violentadas y feminicidios.
Por eso, cuestionó la complicidad que hay entre las autoridades locales y federales que no están investigando y resolviendo el problema con medidas de protección, refugios, centros de atención, apoyos sociales y fondos para mujeres violentadas e hijos de víctimas de feminicidio.
