México no termina de aceptar recursos científicos y tecnológicos para su beneficio
Aproximadamente 21 estados de la república mexicana no termina de aceptar la inclusión de los recursos científico y tecnológicos para el bien del país.
Sabemos que México cuenta con un total del 32 entidades federativas que conforman el país, pues hasta hoy sabemos que 21 estados no incluyen los recursos científicos y tecnológicos.
Estos estados presentan serias deficiencias en su reporte de gastos o información incompleta destinados a Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI), según datos arrojados por el Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCyT).
Dentro del listado de dichas entidades menos apegadas a la metodología encontramos a:
- Baja California Sur
- Ciudad de México
- Morelos
- Querétaro
- Quintana Roo
- San Luis Potosí
- Veracruz
- Zacatecas
Dentro del estudio del FCCyT ‘Cuenta pública de ciencia, tecnología e innovación’ se plantea la propuesta programática de armonización contable para las entidades federativas.
En la cual se señala como advertencia la falta de apego a la regulación en el reporte de gastos, lo cual provoca que no se pueda crear un certero plan de desarrollo científico y tecnológico en los estados.
Teniendo en cuenta que la legislación actual indica que la contabilidad de la inversión en CTI debe considerar todos los gastos en tres rubros:
- Investigación y desarrollo experimental
- Educación y enseñanza científica y técnica
- Servicios científicos y tecnológicos
El análisis muestra que los estados que tienen un mejor control en su contabilidad de inversión en ciencia son los más apegados a la metodología propuesta por el CONAC son:
- Aguascalientes
- Chihuahua
- Colima
- Estado de México
- Guanajuato
- Jalisco
- Michoacán
- Nuevo León
- Oaxaca
- Sinaloa
- Tabasco
En contraste, se localizó que las entidades menos apegadas a esta metodología son las mencionadas al inicio de este post.
La FCCyT esclarece que algunos estados consideran rubros que no pertenecen a estas categorías haciendo que su inversión se muestre inflada.
Por ejemplo, Hidalgo es una entidad que, sabe manejar un buen nivel de apego medio al modelo de la CONAC.
Donde su reporte de gastos incluye la inversión en infraestructura científica, lo que de ninguna manera cabe en la categoría de recursos científico y tecnológicos.
Todo lo contrario, hay entidades que presentan programas y actividades claramente relacionadas con la ciencia pero no son consideradas dentro de esta contabilidad por lo que muestran una inversión menor.
Es decir, en el estado de Aguascalientes, no registró su inversión a posgrados aun cuando esta entra en la segunda categoría de educación.
Conclusión:
El FCCyT señala que a pesar de estos problemas meteorológicos, el análisis brinda una aproximación del panorama de la inversión en ciencia en las entidades federativas de México.
La sugerencia agrega un programa para homogeneizar su contabilidad, basándose también en el proceso del Consejo Nacional de Armonización Contable (CONAC).
Todo con el fin de tener datos confiables, organizados en forma sistemática, para monitorear, evaluar y hacer planeación a largo plazo.
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