Energía oceánica para generar electricidad
México comenzó el pasado 3 de mayo de 2018 el desarrollo de la energía oceánica, para integrarla al catálogo de energías renovables del futuro. En coordinación con científicos mexicanos y CONACYT, se hace un esfuerzo global de innovación energética.
Desde 2017, un equipo conformado por científicos mexicanos, en coordinación con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), comenzaron a evaluar la capacidad de implementar un proyecto de Energía oceánica para generar electricidad, a través del aprovechamiento de las corrientes marinas.
El Centro Mexicano de Innovación en Energía Océano (CEMIE-OCÉANO), una organización que cuenta con un núcleo multidisciplinario proveedor de investigación aplicada, desarrollo tecnológico e innovación, que está orientado a la extracción de las diversas formas de energía del océano, su conversión y distribución.
La institución forma parte de los 24 países afiliados para invertir en investigación y desarrollo de tecnologías de vanguardia que promueven el desarrollo de energías limpias, reducción de dependencia de combustibles fósiles y disminución de emisión de gases de efecto invernadero.
Para 2050 el aprovechamiento de la energía oceánica tendrá un potencial para implementar más de 300 gigavatios de capacidad instalada a nivel mundial, lo que se traduce en un suministro de energía eléctrica, calefacción, refrigeración y producción de agua potable para comunidades costeras.
-Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés)
Según datos del CONACYT los océanos contienen 97 por ciento del agua presente en la Tierra, este porcentaje se ha clasificado en cinco fuentes de aprovechamiento de energía oceánica para la producción de electricidad:
- Corrientes marinas
- Mareas
- Oleaje
- Gradientes térmicos
- Gradientes salinos
Estas fuentes no se encuentran distribuidas uniformemente en el mundo, por lo que implica que cada región tiene que evaluar la disponibilidad de recursos y aprovechamiento.
En México se ha identificado el golfo de California y el mar Caribe como dos sitios clave, se ha descrito que es un área de agua moviéndose a 20 kilómetros por hora que equivale a la fuerza de un viento de 176 kilómetros por hora, lo que representa un alto potencial energético para las corrientes oceánicas.
En el mar Caribe se pretende realizar el modelado numérico de las corrientes submarinas a partir del estudio de la geomorfología del canal de Cozumel, que produzca la información necesaria para el diseño e instalación de turbinas generadoras de energía. Cabe destacar la importancia de considerar en estas modelaciones numéricas y en el diseño de los artefactos, la presencia y ubicación de arrecifes de coral, la biodiversidad estacionaria y migratoria, así como el tráfico de embarcaciones marinas.
– Mario Rebolledo Vieyra, investigador CINVESTAV Mérida
En esta etapa se trabajará en los estudios necesarios para la modelación de corrientes que permitan diseñar los generadores adaptados a las condiciones tanto del golfo de California como en el mar Caribe. El análisis del diseño de los generadores asegura:
- Óptima fiabilidad
- Rendimiento de los artefactos para disminuir los costos de mantenimiento
- Garantiza una operación constante
- Reducción de costos de producción y mantenimiento
- Permite asegurar que la tecnología implementada es competitiva comercialmente.
Para el grupo que desarrolla estos prototipos tendrán los desafíos de prevenir la cavitación o turbulencia, además, de problemas como la incrustación de organismos marinos y la corrosión de los materiales, para preservar la salud del ecosistema marino. Además, el grupo tiene que comprobar la optimización de un diseño que favorezca el rendimiento y pueda ser manufacturado en un despliegue comercial pasando de uno a múltiples dispositivos generadores en un mismo sitio.
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