Economía Circular, la manera responsable de producir


La economía circular surge como respuesta al modelo industrial de tomar y deshacer.  Tiene como objetivo redefinir el crecimiento, para tener como eje central un beneficio positivo para toda la sociedad. 

Economía Circular en Español

La economía circular pretende conseguir que los productos, componentes y recursos en general mantengan su utilidad y valor en todo momento o lo que es lo mismo residuos cero. Implica una desvinculación gradual de la actividad económica del consumo de recursos finitos como carbón, minerales, gas natural, petroleo, agua, flora y fauna, y el diseño de residuos del sistema.

Características de la Economía Circular

1.- Diseñar sin residuos: la cantidad de residuos y basura a nivel mundial es sorprendente, por ello se deben diseñar residuos con componentes biológicos y técnicos que puedan compostarse fácilmente. Los materiales técnicos –polímeros, aleaciones y otros materiales artificiales– están diseñados para volver a utilizarse con una mínima energía y la máxima retención de la calidad. El reciclaje, tal como se entiende habitualmente, provoca una reducción de la calidad y vuelve al proceso como materia prima en bruto.

2.- Energía de fuentes renovables: los sistemas deben tratar de funcionar fundamentalmente a partir de energía renovable, lo que sería posible por los valores reducidos de energía que precisa una economía circular restaurativa.

3.-Ser conscientes: la capacidad de comprender cómo influyen entre sí las partes dentro de un todo y la relación del todo con las partes resulta fundamental.

4.- Pensar en cascada. Para los materiales biológicos la esencia de la creación de valor consiste en la oportunidad de extraer valor adicional de productos y materiales mediante su paso en cascada por otras aplicaciones.

La noción de circularidad

En una economía circular, la actividad económica construye y reconstruye la salud general del sistema. El concepto reconoce la importancia de que la economía funcione eficazmente en todas las escalas: para empresas grandes y pequeñas y para organizaciones e individuos.

La transición a una economía circular no solo equivale a ajustes destinados a reducir los impactos negativos de la economía lineal. Por el contrario, representa un cambio sistémico que construye resiliencia a largo plazo, genera oportunidades comerciales y económicas y proporciona beneficios ambientales y sociales.

El modelo distingue entre ciclos técnicos y biológicos. El consumo ocurre solo en los ciclos biológicos, donde los alimentos y los materiales biológicos (como el algodón o la madera) están diseñados para retroalimentarse en el sistema a través de procesos como el compostaje y la digestión anaeróbica.

Estos ciclos regeneran los sistemas vivos, como el suelo, que proporcionan recursos renovables para la economía. Los ciclos técnicos recuperan y restauran productos, componentes y materiales a través de estrategias como la reutilización, reparación, refabricación o en última instancia el reciclaje.

Incluso, la tecnología digital tiene el poder de respaldar la transición hacia una economía circular. La tecnología aumenta radicalmente la virtualización, la desmaterialización, la transparencia y la inteligencia impulsada por la retroalimentación.

Hay un mundo de oportunidades para repensar y rediseñar la forma en que hacemos las cosas. ¿Las exploramos?

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