A la par de los acontecimientos políticos de la posguerra, surgía en América Latina un fenómeno que contrastaba −o compensaba, o constataba− la crudeza de aquella realidad: un fenómeno literario conocido como el Boom Latinoamericano.
Tras finalizar la segunda guerra mundial, contienda bélica más lamentable de la historia, el panorama internacional se sumergió en una atmósfera confusa.
El llamado bloque Occidental liderado por Estados Unidos, se reñía la supremacía política con el bloque del Este, encabezado por la Unión Soviética; el ejército guerrillero de Cuba comandado por Fidel Castro, combatía al régimen del dictador Fulgencio Batista; en Chile, el socialista Salvador Allende toma posesión de la presidencia siendo votado democraticamente.
Los tiempos de la posguerra fueron tiempos tortuosos. En el sur del continente occidental se evidenció la fragilidad de los gobiernos latinoamericanos, más supeditados que nunca al gran victorioso de los aliados.
Libertad coartada, relaciones dispersas y una incómoda subordinación ante la nueva superpotencia mundial: éste era el clima de la América Latina de la mitad del siglo XX.
Testigos de su entorno, un grupo de jóvenes autores latinoamericanos comenzaron a plasmar su realidad a través de una literatura de morfología insólita. Los escritores del boom latinoamericano daban testimonio de su contexto político y social mediante narrativas jamás vistas hasta ese momento.
Caracterizado por una escritura innovadora para su época, el boom Latinoamericano se constituye por vocablos que transgreden la tradición literaria; fragmentación de la narración y drásticas alteraciones en el tiempo, principalmente. Era una vuelta de cabeza a la novela −y al cuento, en algunos casos− como géneros literarios, cuyo eje rector es la mezcla de la realidad con fantasía.
Con una notable influencia del Realismo Mágico, movimiento literario y pictórico que se define por mostrar lo irreal o extraño como algo cotidiano y común, Gabriel García Márquez, Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa y Carlos Fuentes, protagonistas del boom latinoamericano, le regalaron a su tiempo y a su historia una literatura que les merecía.
Los escritores del boom Latinoamericano le dieron la oportunidad a sus compatriotas de reflejarse dentro de aquellos textos de estructura corrompida, brindándoles una escapadita de su entorno, una vía alterna dentro de aquella realidad desolada que buscaba consuelo hasta por debajo de las letras, que mitigaban la zozobra con un poco de fantasía.
La crudeza y frialdad patente de la época se leía, asumía y digería mejor con algo de magia. Latinoamérica se leía y Latinoamérica vendía, y no sólo en su territorio, sino en gran parte del globo. Boom: las ventas explotaron y le sucedió la mundialización de América Latina.
Precursores del fenómeno:
- Jorge Luis Borges
- Miguel Angel Asturias
- Alejo Carpentier
- Manuel Rojas
- Ernesto Sábato
- Juan Carlos Onetti
Principales exponentes y sus obras emblemáticas:
- Gabriel García Márquez: Cien años de soledad
- Julio Cortázar: Rayuela
- Mario Vargas Llosa: La ciudad y los perros
- Carlos Fuentes: El pozo
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