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¿Cuánto es lo más que has dejado de comer? Si eres como la mayoría de las personas que cuentan con un ingreso digno y, por supuesto, si no padeces de algún desorden alimenticio, podría asegurar que comes al menos dos veces al día o, en su defecto, no has podido dejar de comer en por lo menos 24 horas. Afortunadamente, no has experimentado un proceso de inanición.
Pero, ¿te has preguntado qué es lo que pasaría en tu cuerpo si dejaras de alimentarte en un periodo mayor a este? Para empezar, hay que comprender que la inanición es el proceso que atraviesa tu cuerpo al no recibir las calorías y nutrientes que necesita para su correcto funcionamiento.
Probablemente hayas escuchado la expresión “morirse de hambre” o “morirse por inanición”; y sí, pese a que mucha gente podría exagerar al utilizar estas palabras, la muerte por inanición es real. Sin embargo, para que una persona pueda llegar a este punto debió dejar de comer durante un gran periodo y, entre tanto, experimentar diferentes etapas.
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Una persona de salud promedio podría sobrevivir hasta dos meses sin ingerir comida alguna, no obstante, durante este periodo atravesaría por tres fases metabólicas.
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En la primer etapa, el cuerpo comienza a quemar la glucosa almacenada, cuyo objetivo es mantener a las células en un óptimo funcionamiento; en la segunda etapa, después de quemar toda la glucosa, el hígado comienza a metabolizar los ácidos grasos obteniendo pequeños cuerpos cetónicos, los cuales reemplazan la glucosa como principal fuente de energía; en la tercera y última etapa de inanición, el cuerpo, luego de haber quemado toda la glucosa y la grasa, comienza a utilizar y gastar sus reservas de proteínas.
Para este punto, una persona privada de alimentos ya habrá sufrido de depresión, ansiedad, problemas de concentración (segunda etapa), además de agotamiento muscular y de un proceso de catabolismo, conocido también como auto canibalismo interno, en el que el cuerpo comienza a devorarse a sí mismo, comenzando por las células menos vitales hasta, al cabo de unas semanas, provocar, en la mayoría de los casos, un paro cardíaco (tercera etapa).
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En fin. Seguramente la mayoría de los lectores sólo podrán imaginar, si acaso, algunos de los síntomas que provoca el dejar de comer. Desgraciadamente, existen miles de personas alrededor del mundo que no sólo han padecido los síntomas del hambre y la inanición, sino que, víctimas de la pobreza extrema, han llegado hasta las últimas consecuencias de la falta de alimentación.
África es el continente más pobre del planeta, un lugar donde sus habitantes, desde no hace poco tiempo, han padecido las fatales consecuencias de la pobreza y la pobreza extrema, dejando en el proceso una cifra gigantesca de muertes e imágenes desgarradoras, las que, lamentablemente, cada vez causan menos asombro en los que percibimos tan funesto fenómeno.
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