Manuel Gil Antón, investigador de El Colegio de México, aseguró en la clausura del curso interinstitucional Un siglo de movimientos estudiantiles, realizado en la UNAM, que la educación pública en México es barata, mas no gratuita.
En los países donde sí es gratuita, asegura, las universidades se encargan de financiar desde los lápices hasta el comedor. Por el contrario, en universidades como la UNAM y la UAM, por más bajas que sean sus cuotas, no son gratuitas.
Asimismo, Leticia Pogliaghi, académica del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la UNAM, opinó que el financiamiento de la educación pública no debe de estar en manos de las y los estudiantes; sin embargo, se pronunció a favor de mejorar las condiciones laborales de los docentes.
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De igual manera, la académica del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM, Marcela Meneses Reyes, considera que aumentar las cuotas no garantiza un aumento a los salarios de los docentes, lo que pone sobre la mesa la falta de transparencia en la administración de las universidades en México.
Otro miembro del IIS, Roberto Rodríguez, indicó que las universidades con más recursos en México, son aquellas que cobran menos cuotas a sus estudiantes (como la UNAM y la UAM), a diferencia de los institutos tecnológicos, las universidades interculturales y las escuelas normales.
A lo largo del curso, también se realizó un análisis de diversos movimientos estudiantiles ocurridos en América y Europa desde hace cien años, cuando en Argentina se consiguió la primera autonomía universitaria del continente con la Reforma de Córdoba.
Para concluir, Marcela Meneses propuso eliminar la mirada romántica con la que se observa a los movimientos estudiantiles que luchan por la educación pública, ya que esto obstruye la comprensión de su relevancia social y obedece a ciertos intereses políticos e interpretaciones hegemónicas.
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