La convivencia familiar es clave en el desarrollo interpersonal de los niños

En el marco del Día Internacional de la Familia, celebrado el 15 de mayo, se espera que en México aumente la convivencia familiar para el óptimo desarrollo de los niños; especialmente con los papás que, en comparación con las mujeres, es 4 veces menor que el de ellas.

De acuerdo al informe de “Estado de la Paternidad: América Latina y el Caribe” 2017 realizado por Promundo, en México las madres dedican 39 horas al cuidado de sus hijos mientras que los hombres sólo ocho. Lo que significa que diariamente las mujeres se ocupan 5.5 horas de los niños, en contraste con la hora y pilón, que otorga el padre a la crianza.

Esto va directamente ligado a la distribución de roles y labores en el hogar. En el caso de México es el conjunto del trabajo remunerado y el no remunerado; es de 75 horas para las mujeres y 64 en los hombres. Aunque el primero ocupa el 70 por ciento del tiempo en los padres, mientras que para las madres el no retribuido es más de dos tercios de la totalidad.

De acuerdo con el modelo tradicional de roles, en que el padre es el proveedor económico y la madre al cuidado de la casa, la razón por la que las mujeres conviven más con los pequeños, es porque ellas pasan más tiempo en el hogar.

Aunque en muchas regiones, la sociedad se reajusta a las necesidades de la pareja, datos de la encuesta IMAGES en México, muestran que a dos de cada tres padres les gustaría trabajar menos para dedicarle más tiempo a sus niños.

Para lograr esto se necesita avanzar en igualdad de género para borrar los límites de los roles preestablecidos. Y que los hombres tomen más participación en las labores domésticas, al mismo tiempo que las mujeres puedan desarrollarse profesionalmente.

¿Cuál es la importancia de convivir con los niños?

Para la crianza de los hijos es necesario inculcar valores, más allá de las responsabilidades físicas que implica la paternidad. Es fundamental crear seguridad, confianza, amabilidad, comunicación y por supuesto respeto entre padres e hijos, para un mayor desarrollo emocional y social, incluido la empatía hacia los demás.

Para lograr lo anterior se debe pasar horas de convivencia de calidad para fomentar los lazos, esto incluye diversas actividades como juegos, lecturas, pláticas, incluso incorporarlos en la toma de opiniones y decisiones personales para sentirse parte de la familia.

Con el avance de la tecnología se generalizó el uso de la televisión y dispositivo móviles para entretener a los niños y con eso aligerar la carga de cuidado, pero esto no sustituye la crianza y el desarrollo de las relaciones interpersonales.

Es importante que para avanzar en cuestiones de convivencia padres e hijos, socialmente se debe proponer algunos cambios como: la eliminación de los roles de género, la inmersión del hombre en las labores domésticas y cuidado de los niños, distribución equitativa del trabajo entre la familia, mejorar las condiciones laborales de los padres (ambos sexos) para equilibrar el tiempo entre trabajo-hogar, entre otras.