La violencia política, parte de la violencia de género en México

Según la Unión Interparlamentaria, México ocupa el cuarto lugar en cuanto a participación política por parte de las mujeres, después de Rwanda, Cuba y Bolivia, situación que contrasta con la violencia política que sufren las mujeres.

Pese a que las mujeres cada vez se involucran más en la política de nuestro país, obteniendo una paridad total en el Congreso, con una representación del 49.2% en la Cámara de Diputados y 50.5 en la Cámara de Senadores, 6 de cada 10 mujeres han padecido de violencia de género.

ONU Mujeres asegura que, dados los números descritos, las mujeres son más propensas a ser víctimas de violencia política, lo cual implica que sufren de una doble violencia al estar directamente relacionada con la violencia de género.

Natalia Calero, Especialista en Gestión de Programas en ONU Mujeres, señala que “el incremento de las mujeres en espacios de poder, las vuelve un objetivo mayor de violencia. Si las mujeres sufren violencia en todos los ámbitos, este no será la excepción”.

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Asimismo, el Observatorio Nacional Ciudadano indica que en la última carrera electoral ha sido la más violenta en la historia de México, registrándose 106 casos de violencia política (16 homicidios).

La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) señala que la violencia política contra las mujeres es aquella que ataca, anula o reduce sus derechos político-electorales.

Sorprendentemente, la violencia política aún no está tipificada como delito, por lo que no tiene consecuencias regidas por la ley y, por lo tanto, carece de un sistema de prevención.

Según un informe de la Unión Interparlamentaria de 2016, el 86% de las parlamentarias en el mundo son o han sido víctimas de violencia política durante su gestión.

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